Importancia del tratamiento en anorexia y bulimia
agosto 09, 2020Trastornos de la Conducta Alimentaria
Importancia del tratamiento en anorexia y bulimia
Introducción:
Una vez que se tiene el diagnóstico de la conducta alimentaria, el tipo de tratamiento se escoge de acuerdo con las características particulares de cada caso. En la práctica clínica, se inicia el tratamiento de cualquier trastorno alimentario una vez que se ha descartado la presencia de alguna causa no psiquiátrica o que se ha resuelto alguna complicación médica, producto de éstos trastornos. La evaluación ponderal mediante el IMC y las tablas percentilares de IMC/edad es indispensable para iniciar la rehabilitación nutricional, ya sea la renutrición, la corrección de la mala nutrición y sus consecuencias o ambas.
Es necesario contemplar que no todos los trastornos alimentarios son susceptibles a ser tratados en el primer nivel de atención, ya que la complejidad sintomática y psicodinámica de los mismos requiere un manejo especializado. Sin embargo, la mayor parte de los casos se constituyen de trastornos alimentarios no especificados o incluso solamente de la presencia de algunas conductas de riesgo, por lo que son precisamente este tipo de pacientes los que pueden detectarse y tratarse con estrategias relativamente sencillas en el primer nivel de atención. La ventaja de esto es que si las alteraciones son identificadas y tratadas lo más pronto posible, el pronóstico mejora sobremanera y se evita la cronicidad de los mismos.
Sintomatología Conductual Alimentaria
- Práctica de ayunos de más de 12 horas de duración o de ejercicio excesivo con el mismo propósito o con la intención de perder peso.
- Disminución ponderal que no es secundaria a causa médica.
- Presencia de atracones objetivos (tal como son descritos en el DSM-V).
- Utilización deliberada de conductas como el vómito, abuso de laxantes, de diuréticos o de enemas con el objetivo de compensar los atracones o incluso de cualquier otro alimento ingerido (conductas compensatorias inapropiadas).
Realización de ejercicio físico por varias horas durante el día, incluso a costa de la realización de otras actividades importantes para el funcionamiento o bienestar del sujeto.
Sintomatología Psicológica
- Deseos intensos de la disminución de peso aún estando en peso nor
- Alteración en la autoevaluación de la imagen corporal.
- Comparación constante con el de otras personas.
- Autocrítica intensa y mórbida en cuanto a la apariencia o el tamaño de su cuerpo o su forma “excesiva” de comer.
- Atención cotidianamente concentrada en el conteo de las calorías ingeridas o en buscar otras formas de bajar de peso.
- Nula o poca conciencia de enfermedad.
- Falta de deseo de abandonar las conductas alteradas.
Parámetros que deben registrarse en la primera vez:
- Peso
- Estatura
- IMC
- Percentil ponderal (en caso de niños y adolescentes)
- Fecha de última menstruación
- Frecuencia de atracones por semana
- Frecuencia de vómitos autoinducidos o de otras conductas compensatorias por semana.
Historia ponderal: peso mínimo durante su padecimiento, peso máximo a lo largo de su vida, peso idealizado por el paciente
Parámetros que deben registrarse en las consultas subsecuentes:
Los mismos que en la de primera vez, excepto talla e historial ponderal.
Hallazgos de laboratorio
Si bien en algunas personas con anorexia nerviosa no hay hallazgos de laboratorio anormales, la semiinanición característica de este trastorno puede afectar la mayoría de los órganos y producir gran variedad de alteraciones. Asimismo, la provocación del vómito, la ingesta excesiva de laxantes, diuréticos y enemas pueden provocar trastornos que conducen a resultados de laboratorio anormales.
- Biometría: leucopenia y anemia leve, rara vez se observa trombocitopenia.
Química sanguínea: la deshidratación puede reflejarse en niveles altos de urea. Existe muy a menudo hipercolesterolemia; pruebas de función hepática aumentadas. Ocasionalmente hipomagnesemia, hipofosfatemia e hiperamilasemia. Los vómitos autoinducidos pueden producir alcalosis metabólica (bicarbonato sérico aumentado), hipocloremia e hipopotasemia; abuso de laxantes produce acidosis metabólica. Los niveles séricos de tiroxina (T4) suelen estar en el límite normal-bajo y los de triyodotironina (T3) disminuidos. Habitualmente se observa hiperadronocortisolismo y respuestas anormales a diferentes pruebas endocrinas. Las mujeres presentan niveles séricos bajos de estrógenos y los varones niveles bajos de testosterona. Se produce una regresión del eje hipotálamo- hipófiso-gonadal en ambos sexos (el patrón de secreción circadiana de la hormona luteinizante (LH) es similar al de los individuos prepuberales o puberales).
Manejo nutricional
El objetivo es la recuperación del equilibrio en la ingestión de los grupos alimenticios requeridos. Para ello se recomiendan las siguientes medidas:
- Identificación de los antecedentes alimentarios.
- Evaluación inicial debe incluir los índices bioquímicos, metabólicos (GEB) y antropométricos del estado nutricional.
- La ecuación recomendada para la obtención del gasto calórico es la de Harris-Benedict.
- Determinar el contenido energético de la dieta inicial mediante el registro de consumo de alimentos, incluyendo los consumidos en los atracones en su caso.
- Ajuste de los requerimientos basales.
- En forma ambulatoria se recomienda aumentar el consumo calórico de 100 a 300 kcals diarias por semana, ya que incrementos mayores pueden desarrollar el síndrome de realimentación.
- Desalentar la práctica de ayunos prolongados.
- Asignación de un plan alimentario adecuado con la introducción paulatina de los alimentos restringidos por el paciente.Distribuir las calorías diarias en cinco tomas.
- La ganancia ponderal esperada en el manejo ambulatorio es de 0.5 a 1 kg por semana.
- Evitar alimentos ricos en Na (sodio) para obtener falsos positivos.
- Se recomienda seguir las proporciones del plato del bien comer.
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