Fisiopatogenia
En la patogénesis de la bronquiolitis, los agentes infecciosos ingresan por vía respiratoria hasta la mucosa de los bronquiolos terminales; causando daño directo e inflamación con una alteración ciliar así como una necrosis bronquiolar. Como consecuencia se produce: edema, moco excesivo y descamación epitelial que conduce a una obstrucción de las vías aéreas de pequeño calibre y atelectasias.
Microbiología
Los agentes etiológicos causales de esta entidad infecciosa son: virus sincicial respiratorio (VSR) hasta en 40% de los casos, siendo el agente infeccioso principal y responsable de la mayoría de las hospitalizaciones. Otros agentes involucrados son metaneumovirus, influenza, parainfluenza 3, adenovirus, rhinovirus, coronavirus y bocavirus, entre otros. Bacterias como Mycoplasma pneumoniae y Bordetella pertussis figuran en menor proporción. La etiología mixta representa entre un 14 a 33% de los casos.
Epidemiología
Típicamente afecta a niños menores de 2 años durante el otoño e invierno, época de mayor incidencia de las infecciones por VSR. Las hospitalizaciones son mayores en el grupo de 2 a 6 meses de edad.
Factores de riesgo
Existen factores de riesgo para presentar mayor severidad o complicación como son: prematurez, bajo peso al nacimiento, tener menos de 12 meses de edad, cursar con algún tipo de inmunodeficiencia congénita o adquirida; ser portador de enfermedades crónicas pulmonares o cardiacas.
Cuadro clìnico
Las manifestaciones clínicas comienzan con un cuadro catarral con duración de 2 a 3 días, acompañada de fiebre y tos en accesos. Posteriormente se agregan sibilancias (aunque no siempre son audibles a distancia). Como consecuencia a la interferencia en la ventilación; el niño presenta polipnea y datos de dificultad respiratoria, e incluso cianosis. Los neonatos pueden presentar apnea. La resolución del cuadro se da al cabo de 2 o 3 semanas.
Herramientas diagnósticas
Los estudios de laboratorio y gabinete no están indicados de rutina y sólo son útiles para hacer el diagnóstico diferencial o detectar complicaciones. Siempre que sea posible es importante realizar el diagnóstico etiológico, mediante paneles virales que detectan una serie de virus por distintos métodos con una alta sensibilidad y especificidad.
Tratamiento
El paciente que se encuentra con dificultad respiratoria leve, con adecuada tolerancia a la vía oral y oximetría de pulso mayor a 90%, puede ser manejado de manera ambulatoria. Las indicaciones son aspiración de secreciones, continuar con la alimentación y vigilar la progresión de la enfermedad con datos de alarma, así como una cita de revisión subsecuente.
Aquel paciente que mantenga oximetrías menores a 90%, no tenga tolerancia a la vía oral o se encuentre deshidratado; tenga factores de riesgo para severidad, presente dificultad respiratoria moderada a severa o apnea, o los padres sean poco confiables; tiene criterio para observación en medio hospitalario. El tratamiento en este tipo de pacientes consiste en:
Vigilancia estrecha de las constantes vitales, de preferencia con monitor.
Asegurar la permeabilidad de la vía aérea con aspiraciones en caso de ser necesarias, nebulizaciones con solución salina hipertónica, fisioterapia pulmonar. No está indicado el uso de albuteroles, epinefrina, esteroides.
Mantener la oxigenación con los distintos tipos de dispositivos que ofrecen mayor concentración de FiO2.
Mantener la vía enteral ya sea por vía oral (favoreciendo la lactancia materna) o, en su defecto, con sonda nasogástrica. En caso de tener contraindicación para la alimentación enteral, dar aporte de líquidos, glucosa y electrolitos por vía intravenosa.
No se encuentra indicado el uso de antibióticos debido a la etiología de la enfermedad y no hay algún antiviral indicado en esta patología.
Diagnóstico diferencial
Se realiza con todas aquellas patologías que provoquen sibilancias:
Cuerpo extraño. Presencia de sibilancias de forma súbita, acompañados o no de datos de dificultad respiratoria, no cuadro catarral previo.
Hiperreactividad bronquial. Paciente con antecedentes familiares y personales de atopia, sin curso febril con sibilancias de repetición.
Neumonía adquirida en la comunidad con componente espasmódico. A veces indistinguible ya que es originado por los mismos microorganismos, además presenta estertores.
Prevención
Como en todas las infecciones respiratorias se indica evitar cambios bruscos de temperatura, evitar tabaquismo pasivo, y alimentación sana (incluyendo lactancia materna). Las vacunas contra influenza así como Streptococcus pneumoniae y Heamophilus influenzae, disminuyen la incidencia de bronquiolitis y riesgo de sobreinfección.
En pacientes con los factores de riesgo de cardiopatía compleja o con repercusión hemodinámica, neumopatía crónica oo antecedentes de prematurez menor a 32 semanas o que al mes de vida requieran de oxígeno suplementario; está indicado el uso de palivizumab, un anticuerpo monoclonal contra VRS. Se administra en el primer año de vida, en la estacionalidad de VSR administrando 5 dosis a razón de 15 mgkgdo.